Este trabajo tiene por objetivo desmitificar el concepto de que los estudiantes llegan a la escuela sin saber leer y escribir en absoluto y que sólo a partir de la escolaridad (educación formal) aprenden a hacerlo. Según CASTEDO (1995:06) "El lector-escritor es una persona que necesita y desea leer y escribir cotidianamente y que sabe cómo hacerlo". La búsqueda por crear estrategias que sensibilice y que sea la fuerza motivacional para los aprendices extranjeros de lengua española (LE)- es un desafío de los maestros. Empíricamente, sabemos que nadie incrementa aquello que le parece dificultoso sino que tiende a evitarlo y, en lo posible, a rechazarlo. Además, la función de la escuela en el proceso de construcción de lectores y escritores no debe ser la de "imponer" informaciones a los estudiantes, pero la de trabajar la reflexión e interpretación de los conocimientos adquiridos por los mismos en contextos diversos (socioculturales, escolares, familiares, etc.). Así es que, uno de los deberes básicos de la educación es hacer que los aprendices entiendan de forma más efectiva enunciados complejos, extensos y específicos (CASTEDO, 1995). Pretendemos, por ello, llevar algunas estrategias que puedan contribuir para el perfeccionamiento de las prácticas docentes en que se relacionan a los ejes de lectura y producción escrita, amparándose en textos contextualizados y actuales en LE.

El proyecto acción ha sido desarrollado en una escuela de idiomas del ayuntamiento de la ciudad de Recife (PE), el Centro de Educação Profissional Jornalista Cristiano Donato, 2009, en un grupo (15 alumnos) de conversación en LE (Nivel Intermedio). El trabajo se ha formulado con basis el tema 'Mujer trabajadora', intentado aunar las fechas del 08 de marzo con el 1er de mayo. Han sido planeadas estrategias que desde la primera clase fueron aclaradas a los estudiantes: la metodología, los objetivos, las estrategias de evaluación y el producto final- la producción del periódico de "Las mujeres trabajadoras"- cuyo nombre fue electo en votación por los mismos. Explicándoles todo el transcurrir de la propuesta fue firmado un acuerdo de participación, llamándoles actuaren y dándoles la debida relevancia. Basándose en la temática y en las cuatro destrezas comunicativas (lectura, escrita, habla y escucha) apuntadas por los PCNs, se han propuesto durante el desarrollo de las actividades, en el aula, diversos géneros periodísticos (signos, editorial, anuncios, artículo, editorial, entrevistas, frases, poemas, etc.). En el estudio textual, además de cuestiones semánticas, se les despertaban a reflexionar acerca de características propias de cada género, aspecto que ha sido fundamental para la producción del periódico. Después de un mes del proyecto se inició la escrita y reescrita de los textos, esto es, todos entregaban sus producciones y caso no estén adecuadas eran devueltas para posibles refacciones. Las equivocaciones más identificadas fueron trabajadas en las clases.

En los últimos años el intento de desmitificar, o por lo menos atenuar, la imagen de 'lobo malo' que décadas de malas estrategias de enseñanza y consecuentes fracasos de estudiantes le impusieron a la expresión escrita, es notable. En que pese a esto, el espanto que causa a los aprendices la simple referencia a una actividad de escritura, sigue siendo el mismo o ha disminuido muy poco. No es fácil liberarse de estigmas, claro está. Concienciar al estudiante que desde niveles iniciales la escritura está a su alcance, ha sido la seña mágica de este proyecto acción. Pues, en todas las etapas del trabajo el aprendiz era motivado a percibir que "escribe para recordar, para retener contenidos de interés de la lección, para exponer conclusiones, para preparar una conferencia, para hacer preguntas, para expresar o rebatir opiniones y más aún para producir un producto final- que es el objetivo final de un proyecto temático (KLEIMAN Y MORAES, 2002). Otro aspecto interesante logrado en esta práctica, ha sido el uso de géneros textuales, con antelación al proyecto, los alumnos demostraban en sus textos, que escribir era solamente imprimir palabras en un papel, no reflexionaban acerca de las formas propias de cada texto. Sin embargo, al final, pudieron observar empíricamente que, la escritura es una conversación discursiva en la que el lector transfiere para el soporte sus conocimientos previos y de mundo. Ya que se mantuvieron, cuando llamados a producir el periódico, preocupados acerca de cómo y qué escribían- pues tenían íntimamente un público para sus producciones como a un escritor de profesión. La lectura junto con la producción y la revisión suministró una cierta madurez a los estudiantes que fue perceptible en mejora cualitativa de sus escritos.

Esta propuesta ha podido ser el medio por lo cual, el docente comprobó en la práctica con sus alumnos, la necesidad de sembrar la pesquisa y explorar cuestiones sobre un tema que es cultural, mismamente, local y mundial; por ello, es peculiar y polémico: "La mujer trabajadora". Explorar la lengua a través de una temática es dar relevancia a las transformaciones sociales ocurridas mundialmente enfocando el uso comunicacional que se hace de ella. Junto a esto, las prácticas de lectura y de escritura formaron parte del proceso de construcción del conocimiento individual y colectivo de los estudiantes y pudieron ser desarrolladas de forma complementaria e interrelacionada. Por un lado, la lectura como práctica no sólo de descodificación sino también de inferenciación, interpretación y contextualización- en que los aprendices pudieron apoyarse para construir sus argumentos en debates y/o discusiones; y por otro, la escritura como el reflejo de seres capaces de interactuar con el mundo sociocultural en que están inseridos, posicionándose de manera crítica frente a los temas propuestos por el profesor en las producciones de los géneros periodísticos.